jueves, 18 de agosto de 2016

I Jornadas sobre Irueña: Día 11 de agosto de 2016

A las 19:00 horas del 11 de agosto de 2016 dio comienzo el segundo día de las Jornadas con un reconocimiento a Don Domingo Sánchez Sánchez, que fue el primero en realizar excavaciones con rigor en el castro de Irueña.

DON DOMINGO SÁNCHEZ SÁNCHEZ

En estas I Jornadas sobre Irueña es obligado recordar a Don Domingo Sánchez Sánchez por la labor que realizó en el Castro de Irueña hace más de 80 años y al mismo tiempo dar a conocer su verdadera dimensión en el mundo de la ciencia.
Don Domingo ha sido uno de los guinaldeses más ilustres. Habitualmente se le nombra por sus excavaciones en Irueña y como discípulo de D. Santiago Ramón y Cajal. Pero no hay más que leer las reseñas biográficas que se han escrito sobre él, para darse cuenta de que fue un eminente científico. cuyos estudios y descubrimientos han tenido gran relevancia en las ciencias naturales, la antropología y la medicina.
Don Domingo nació el 1 de noviembre de 1860 en Fuenteguinaldo. Era hijo de agricultores, así que tuvo que combinar la escuela con las tareas agrícolas y el pastoreo, empezando a estudiar a los quince años de edad, bajo la dirección del párroco del pueblo, D. José Rodón Morante, pasando luego, al morir éste, al Seminario de Salamanca (en otros documentos pone de Ciudad Rodrigo). Era buen estudiante, pero sin vocación para el sacerdocio y con genio poco sumiso. Según él mismo contó, su salida del Seminario se realizó bajando la escalera rodando, peleándose con un compañero, y disponiendo el Rector, al ver lo ocurrido, que siguieran para la calle.
Incorporados los estudios del Seminario a los del Bachillerato, continuó el grado en el Instituto de Salamanca y poco después en el de Ávila, donde se graduó en junio de 1881, obteniendo el título por oposición con premio extraordinario.
En Madrid cursó la carrera de Ciencias Naturales, que terminó en junio de 1885.
Filipinas. —En mayo de ese mismo año había sido nombrado Auxiliar zoológico de la Comisión de la Flora de Filipinas. Aceptó el nombramiento a condición de que le dieran prórroga para terminar la carrera, y habiéndosela concedido y terminado, embarcó en Barcelona el 1 de agosto de dicho año. En febrero de 1886 quedó cesante por supresión de la plaza, pero cuando se disponía a regresar a la Península fue nombrado para recolectar, ordenar y clasificar los objetos destinados a la Exposición General de Filipinas que iba a celebrarse en 1887. Encargado en especial de las colecciones zoológicas, vino a la Península y estuvo dedicado a su instalación y catalogación mientras duró aquel certamen.
En este tiempo de su residencia en Madrid aprobó las asignaturas del Doctorado en Ciencias Naturales.
En el mismo año de 1887 se creó una plaza de Colector zoológico en la Inspección de Montes de Filipinas. Entonces regresó a Filipinas. No hay datos de sus excursiones en la primera etapa de su residencia en Filipinas, de la segunda tenemos muchos detalles, proporcionados por él mismo.
Su primera excursión fue a la provincia de Bataan, permaneciendo más de ocho días con los nativos, lo cual le permitió tomar muchos datos sobre sus usos, costumbres, creencias, etc.
Tuvo un ataque de viruelas hemorrágicas, tan graves que llegaron a darlo por muerto. Una vez restablecido realizó una excursión a las islas de Paragua y Balabac, visitando varios destacamentos, misiones y rancherías. En una de éstas, con objeto de obtener material antropológico, logró sustraer del cementerio cráneos, esqueletos y sarcófagos enteros, hecho que, como es natural, debió excitar el odio de aquellos indígenas.
Él lo realizó con gran sigilo, pero debió ser notado, porque a la noche siguiente fue incendiada la choza donde se albergaba, esperando que estuviera durmiendo, pero él, oportunamente, se había marchado con sus servidores.
En una de sus excursiones en la isla de Mindoro, encontró a dos naturalistas norteamericanos, que se mostraron muy sorprendidos y le dijeron que era la primera vez que llegaba adonde ellos estaban cazando un naturalista español. Él les contestó que algunas veces los españoles llegan hasta donde llegan los extranjeros. Pocos días después, durante otra excursión corrió en Calapán la noticia de que había sido asesinado un español en uno de los lugares por donde él tenía que pasar, y el párroco de Calapán aplicó la misa por su alma varios días. Su regreso causó una gran sorpresa y pudo referir que mientras lo creían víctima de los bandidos había estado en los bosques del interior durante catorce días, acompañado de seis individuos de una de las cuadrillas de bandoleros, con los que vivió en la mejor armonía.
En otra excursión visitó varias rancherías de igorrotes de las montañas del Norte de Luzón y logró que ellos mismos le mostraran sus depósitos de cadáveres, que no enterraban. Él logró recoger ocho cráneos, y para evitar la venganza si se apercibían, con un fútil pretexto se marchó rápidamente.
En sus correrías por el archipiélago durante los catorce años que permaneció allí logró reunir ricas colecciones de todos los grupos zoológicos, en las que figuraban la mayoría de las especies de vertebrados y muchas de otros grupos zoológicos. Parte de las colecciones vinieron a los Museos de Ciencias Naturales y de Antropología de Madrid; pero la mayor parte tuvo un fin lamentable a consecuencia de las revueltas entre filipinos y españoles.
Una de las obras más importante de Don Domingo en Filipinas fue la formación de un Museo de Historia Natural, que en la noche del 26 de septiembre de 1897, estando ya sitiada la ciudad, fue destruido por un incendio, no salvándose nada.
En 1894, para dar mayor solidez a sus estudios antropológicos, se matriculó en Anatomía en la Facultad de Medicina de Manila y empezó la carrera de Medicina, de la que tenía tres cursos aprobados y estudiaba el cuarto al perderse las Filipinas.
En 1896 vino a la Península con licencia, y aprovechó para presentar en la Universidad de Madrid su Memoria de doctorado, titulada Los mamíferos de Filipinas, que obtuvo nota de sobresaliente y se publicó en los Anales de la Sociedad Española de Historia Natural, en los años 1898 y 1900. También aprovechó el viaje para casarse.
Su mujer, Encarnación, era hija de un médico que ejerció en Fuenteguinaldo y que procedía de la zona de Lumbrales. Tuvieron cuatro hijos: Isabelita, Encarnita, Ángel y Paquita. Ninguno de ellos tuvo descendencia.
En diciembre de 1896 regresó a Filipinas con la familia, cuando ya se había desencadenado la última insurrección. Durante ella se incorporó al Ejército, siendo primero Sargento y luego Teniente en la Guerrilla de San Miguel, formada en Manila con personal adscrito a la Dirección de Administración Civil. Ocurrida la pérdida de las colonias se repatrió con los demás elementos oficiales, embarcando en Manila el 17 de enero de 1898 y desembarcando en Barcelona el 13 de febrero del mismo año.
Se puede decir que formó parte de “los últimos de Filipinas”
En la Península. —Apenas  llegado a España y dejando la familia en Fuenteguinaldo, se trasladó a Madrid, y en mayo del año siguiente de 1899 obtuvo por oposición la plaza de Ayudante del Museo de Ciencias Naturales.
El 2 de julio de 1900 se licenció en Medicina. En el curso de 1900-1901 aprobó las asignaturas del doctorado en Medicina, y en 1902 fue nombrado Auxiliar honorario del laboratorio de Fisiología de la Facultad de Medicina; pero Don Santiago Ramón y Cajal, que había descubierto en él condiciones excepcionales para la técnica micrográfica, le dio un puesto en su laboratorio de investigaciones biológicas, para que, según le dijo “pudiera trabajar con más holgura y comodidad”.
En junio de 1902, presentó su tesis doctoral en Medicina, con el título Concepto fundamental de las menstruaciones, que obtuvo nota de sobresaliente y fue publicada en La Correspondencia Médica, en los años 1904-1905.
Ese mismo año fue nombrado Conservador del Museo de Ciencias Naturales, con lo cual pasó a ser también Auxiliar de la Facultad de Ciencias, siendo destinado a las Cátedras de Zoografía, Psicología Experimental y Antropología, como Conservador, cargo que desempeñó hasta su jubilación. En el Museo, realizó una obra meritísima e insustituible, instalando aquellas colecciones que él había formado años antes y que nadie más que él podía clasificar y ordenar. En el Museo siguió prestando sus servicios hasta su jubilación en 1931.
Al reorganizar Ramón y Cajal su Laboratorio de Investigaciones biológicas le honró nombrándole en enero de 1907 ayudante dibujante de dicho centro, en cuyo cargo pasó al Instituto Cajal el 1 de abril de 1920, y en él continuó hasta su muerte en 1947, porque obtuvo una orden ministerial, dictada mediante acuerdo del Consejo de Ministros en 18 de mayo de 1931, para que no fuera jubilado, a pesar de tener la edad. Su misión principal en el establecimiento ha sido y es la Neurología de los invertebrados.
Funda en 1921 junto a Francisco Barras y Manuel Antón, la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria, de la que Ramón y Cajal fue nombrado presidente honorario. Fue profesor auxiliar en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Madrid y es recordado  como un científico abnegado y un hombre simpático, amable y humilde. Es quizá el discípulo menos conocido de Ramón y Cajal, a pesar de la indudable calidad de su obra.
Al fallecimiento de Ramón y Cajal pasó a ocupar la plaza de Ayudante primero y Subdirector, al crearse el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, fue nombrado profesor adjunto del Instituto “Santiago Ramón y Cajal”, dependiente del Patronato del mismo nombre y encargado de los mismos estudios.
Publicó artículos sobre un cráneo humano prehistórico de Manila, sobre el cerebro de una microcéfala que había fallecido en el manicomio de Ciempozuelos y sobre materiales encontrados en yacimientos salmantinos como el dolmen de Castro-Enríquez y el castro de Irueña.
En 1944, recibió la Orden de Alfonso X el Sabio y otras distinciones honoríficas y homenajes haciendo justicia a sus méritos.
Como vemos, la vida de Don Domingo tiene dos etapas: La primera, de naturalista, explorador y colector en Filipinas, que culminó en la Exposición de Filipinas y en el Museo que ardió en Manila.
La segunda etapa corresponde fundamentalmente a las investigaciones histológicas, en que inventó nuevos métodos técnicos e hizo verdaderos descubrimientos, siendo uno de los discípulos más aventajados de Ramón y Cajal y el que más se identificó con el espíritu y la personalidad del maestro.
Murió en Madrid el 4 de enero de 1947.
Irueña.
A pesar de que su dilatada vida estuvo dedicada fundamentalmente a la ciencia, no podemos olvidar que Don Domingo Sánchez despertó el interés por Irueña y su nombre siempre estará asociado al castro.
Durante los años 1933 y 1934 realizó excavaciones en Irueña, que había sido declarada de Bien de Interés Cultural en 1931, dotadas con una subvención anual de 10.000 pesetas, llevaba a cabo con cuatro o cinco peones —entre ellos su sobrino Domingo—, desplazándose diariamente a caballo desde el pueblo.
Hay publicaciones sobre las excavaciones a las que no hemos podido acceder, pero esperamos hacerlo en el futuro para dar conocimiento de ellas.
Es lamentable que durante los últimos 80 años, el abandono y la desidia hayan llevado a que lo que él puso ante nuestros ojos, casi haya vuelto a ser sepultado por la vegetación y el olvido.
Esperamos que, a partir de ahora, con el esfuerzo de todos y las aportaciones de las instituciones, podamos recuperar el tiempo perdido y que las generaciones venideras puedan descubrir y conocer lo que se oculta bajo tanta vegetación.

SALAMANCA, TERRITORIO VETÓN


La primera ponencia del día: “Salamanca, Territorio Vetón”, corrió a cargo de D. Emilio Vidal Matías, Coordinador de Patrimonio Histórico de la provincia de Salamanca, en ella expuso las actuaciones que se llevaron a cabo durante los años 2007 y 2008 en los castros de Las Merchanas, en Lumbrales y Yecla la Vieja, en Yecla de Yeltes para poner en valor los restos de la época de los vetones que quedaban en ambos lugares. El conjunto que tiene como nombre de referencia Territorio Vetón está formado por los recintos de los dos castros junto al centro de recepción de visitantes de Lumbrales, la Casa del Conde, y los Museos habilitados en ambas localidades. Forman parte de lo que se ha denominado arqueoturismo, que trata de que no sólo sean visitables las ruinas recuperadas, sino también las localidades en cuyos términos se ubican. 
En este enlace encontraréis más información: http://www.salamancaterritorioveton.com/territorio_veton.php

EL PROYECTO DE ACTUACIONES DE LA JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN PARA EL CASTRO DE IRUEÑA, FUENTEGUINALDO


Don Manuel Carlos Jiménez González, Arqueólogo con un dilatado currículum, expuso en la segunda ponencia el Proyecto de actuaciones de la Junta de Castilla y León en el Castro de Irueña, redactado por él mismo y Ángel León Ruiz, Arquitecto y José Carlos Marcos Berrocal, Arquitecto en el año 2014, cuyo resumen publicamos a continuación:
El yacimiento conocido como castro de Irueña (Código PACU 37-136-0001-0001-0000-000) fue declarado Monumento Histórico por Decreto de 3 de junio de 1931. Actualmente los terrenos son propiedad de la Confederación Hidrográfica del Duero, adquiridos en 2008 tras su expropiación como consecuencia de la construcción de la presa de Irueña, obras que comenzaron a principios de ese mismo año. Estos terrenos pasarán en un futuro al Ayuntamiento de la población. En base a la legislación vigente en materia de Patrimonio Histórico el yacimiento cuenta con protección total al estar integrado en la lista de Bienes de Interés Cultural de la Comunidad (BIC).
El castro y posterior ciudad romana de Irueña está situada a unos cuatro kilómetros y medio al sur de la población de Fuenteguinaldo, a cuyo término municipal pertenece. Es un terreno de un relieve bastante accidentado, destacando algunos cerros aislados y profundos valles modelados por el curso del río y sus afluentes. La extensión total recinto donde se localizan las ruinas arqueológicas ocupa una superficie aproximada de 14,1 hectáreas, en base a la medición que se realizó en su momento para el proyecto, que hoy ahora se presenta a la Asociación de Amigos del Castro de Irueña. El castro se ubica en los terrenos comprendidos dentro del espigón fluvial que forman la confluencia del arroyo Rolloso, que discurre en sentido suroeste-noreste, circundando buena parte del recinto, con el río Águeda, que lo hace por el este. Por el lado suroeste se encuentra el único punto que no cuenta con defensa natural. El recinto contó con muralla de mampostería de pizarra en seco, más perceptible hoy día en la parte noroeste de su trazado. Hubo de contar al menos con tres puertas, de las que no hoy, al menos a simple vista, no puede identificarse emplazamiento ni restos arquitectónico alguno en forma inequívoca. El perímetro de la muralla cuenta con un desarrollo de 1822 metros, tras la medición que se ha efectuado.
En el año 2008 la Universidad de Salamanca, concretamente el Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología, un proyecto de intervención arqueológica para este enclave, proyecto que fue presentado en el Servicio Territorial de Cultura y, posteriormente, a la Dirección General de Patrimonio Cultural. Finalmente aquel proyecto no llegaría a ejecutarse, retomándose ahora con el presente una nueva oportunidad para intervenir globalmente en este importante yacimiento del suroeste de la provincia.
El proyecto, que cuenta con un presupuesto de ejecución de 710.000 euros, nace como una iniciativa de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, con el objetivo de optar al 1% cultural del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, regulado en la administración estatal y autonómica, con el objetivo de llevar a cabo excavaciones y poner en valor este importante enclave arqueológico del suroeste de la provincia de Salamanca, dentro del ámbito de afección de la citada obra de ingeniería hidráulica. Con esta iniciativa se pretenden obtener una serie de beneficios de diversa índole, como son la profundización en el conocimiento de la evolución histórica de esta zona del occidente peninsular desde seguramente el inicio de la Segunda Edad del Hierro (siglos V-IV a. de C.), en que se cree que pudo fundarse el castro (si bien está por verificarse), y la plena Edad Media, pues en dicha etapa histórica hay constancia documental de su ocupación, si bien hasta la fecha desconocemos con exactitud el tipo y características de la misma. Por otra parte, la puesta en valor del yacimiento, mediante la excavación arqueológica -como paso previo- y posterior acondicionamiento y musealización de los restos, establecimiento de rutas, señalización… etc., creemos que pueden ser un revulsivo en la dinamización de la zona, aumentando significativamente los recursos turístico-culturales, que a su vez pueden verse complementados con otros atractivos más o menos explotados hoy día.
Los trabajos de campo que en su momento se realizaron y las actuaciones que se contemplan en el proyecto para una futura ejecución son, básicamente, las siguientes:

PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA

Descripción de los restos arquitectónicos visibles  
- El trazado de la muralla y la situación de las puertas     
- Los restos arquitectónicos puestos al descubierto en los años treinta
- La escultura zoomorfa localizada al sur del recinto
- Elección de puntos de interés para realización de sondeos
Antigua presa sobre el arroyo Rolloso  

INVENTARIO DE ELEMENTOS PÉTREOS VARIOS DESPLAZADOS DEL YACIMIENTO

Piezas varias (en Fuenteguinaldo)

Piezas arquitectónicas recuperadas del cauce del río Águeda y del Molino sobrado   
Bases, tambores y columnas reutilizados en cruceros reutilizados
Iglesia parroquial y ermitas de Fuenteguinaldo

MEMORIA DE ACTUACIONES

Trabajos preliminares:
- Desbroce de vegetación
- Limpieza de estructuras perceptibles
- Prospecciones arqueológicas intensivas, prospección con georádar
- Levantamiento topográfico
Trabajos de obra:
- Limpieza de la muralla y localización de las puertas
- Zonas de excavación arqueológica en área (Palacio, Calle, Hornos, Casetones… )
- Recuperación, restauración e instalación de la escultura zoomorfa
- Estudios y análisis (polínico, paleo-antropológico; restos óseos faunísticos; análisis petrográfico… etc.)
- Otras actuaciones arqueológicas (Traslado de piezas desplazadas al yacimiento; traslado de la cabeza del verraco al museo de Salamanca; fotografía aérea…)
- Conservación, consolidación y restauración de estructuras arquitectónicas
- Construcción de itinerarios
- Instalación de señalización
- Cerramiento del dominio público
- Restauración de paisaje y taludes de aparcamiento
- Puesta en valor del yacimiento; hacia un circuito patrimonial

INFORMACIÓN DEL ALCALDE DE FUENTEGUINALDO SOBRE LA SITUACIÓN ACTUAL



En el momento actual el Ayuntamiento ha recibido una dotación de 30.000 euros para la contratación de tres personas con el fin de acometer una primera limpieza de los accesos al castro.
Además existe el compromiso de la Junta de Castilla y León de que si no se convocan las ayudas del 1,5 % cultural por parte del Ministerio de Fomento, la Junta aportaría de sus presupuestos fondos para iniciar las excavaciones.
Por otra parte la Confederación Hidrográfica del Duero está en disposición de iniciar los trámites para la cesión de la propiedad del castro al Ayuntamiento de Fuenteguinaldo.
Al mismo tiempo existe un proyecto de la Universidad Autónoma de Madrid para una actuación en el castro. Dicho proyecto se ha presentado a la convocatoria de fondos europeos y si finalmente se conceden supondrá un nuevo impulso al inicio de las excavaciones.

CONCLUSIONES FINALES



Como conclusión de las I Jornadas sobre Irueña, desde la Asociación Amigos del Castro de Irueña nos gustaría resaltar algunas de las ideas citadas a lo largo de estos dos días.
Entre las mencionadas por Don Julio Mangas Manjarrés destacamos que Urunia adquirió el rango de municipio latino en el S. I d.C., como ocurrió en los casos de Ledesma y Salamanca.
También mencionó la posibilidad de que existiera un foro pecuario, así como que los molinos de agua tuvieran origen romano.
Todo ello podría ser confirmado si se realizara una intervención arqueológica.
Sobre las ponencias de Don Emilio Vidal y Don Manuel Carlos Jiménez, podríamos acentuar la importancia que tendría la inclusión de Irueña dentro del proyecto Territorio Vetón y de este modo convertir un recurso arqueológico en un espacio turístico.
Así mismo, queremos valorar el gran trabajo desarrollado por los integrantes del equipo multidisciplinar que han elaborado el proyecto impulsado por la Junta de Castilla y León y que tiene previsto realizar alguna intervención puntual hasta conseguir el 100% de la financiación presupuestada en dicho proyecto.
Como anunció Dionisio Sánchez, alcalde de Fuenteguinaldo, ya están bastante avanzadas las gestiones necesarias para la obtención de la titularidad del Castro, que actualmente se encuentra en manos de la Confederación Hidrográfica del Duero.
Desde aquí, queremos impulsar y animar, tanto a los vecinos de Fuenteguinaldo y comarca como a todas las administraciones a valorar en su justa medida a Irueña y a iniciar las actuaciones necesarias para poner en valor este importante patrimonio con el que tenemos la suerte de contar.

sábado, 13 de agosto de 2016

I Jornadas sobre Irueña. Día 10 de agosto de 2016


La Asociación Amigos del Castro de Irueña ha organizado las I Jornadas sobre Irueña que se han celebrado en el Salón de Actos de la Mancomunidad Alto Águeda en Fuenteguinaldo.
A las 20:00 horas del 10 de agosto de 2016 Charo Mateos, presidenta de la Asociación presentó las Jornadas, que comenzaron con el nombramiento como Socio de Honor de la Asociación, por acuerdo unánime de la Junta Directiva, a Don Ángel González Rivero, como reconocimiento a la labor desarrollada durante los últimos años en la búsqueda y recopilación de documentación para su estudio “Raíces milenarias de Fuenteguinaldo” de próxima publicación, en la promoción del castro en diversos ámbitos y por sus aportaciones a la fundación de la Asociación Amigos del Castro de Irueña.


González Rivero, después de agradecer el reconocimiento a su labor, presentó a Don Julio Mangas Manjarrés, Profesor Emérito y Honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, cuyo dilatado currículum se puede consultar aquí, y que impartió una clase magistral con la ponencia que aquí publicamos resumida:

“URUNIA (Fuenteguinaldo), cabecera de ciudad romana”

Textos y documentos que cita el Profesor Mangas Manjarrés
Hace muchas décadas que viene llamando la atención el yacimiento de Irueña (Fuenteguinaldo). Hay una larga lista de investigadores que han aludido a ese yacimiento (Madoz, Maluquer…), pero sólo fue objeto de una excavación en los años 1935-36 por un alumno del famoso médico D. Ramón y Cajal. Yo lo visité por primera vez en 1973 y resalté su importancia y la necesidad de que fuera objeto de una excavación sistemática, que no ha llegado aún.
La referencia de los famosos hitos terminales que marcaban los límites entre Miróbriga (Ciudad Rodrigo), Salmantica (Salamanca) y Bletisa (Ledesma) así como otros que aluden a unos Polibedenses del suroeste de la provincia de Salamanca han orientado la atención a prestar más atención al estudio de esas ciudades, quedando de nuevo marginada URUNIA.
Pretendemos resaltar los siguientes hechos:
Que Urunia fue cabecera de una ciudad romana. Es posible que sea mencionada por Ptolomeo, aunque hay con frecuencia dudas sobre la transmisión de los textos de Ptolomeo: los copistas se durmieron con frecuencia al escribir los nombres y al dar los grados de latitud y longitud sobre la localización de varias ciudades.
Que Urunia presenta restos arqueológicos que orientan bien a que fue la cabecera de una civitas.
Que Urunia comenzó siendo una “ciudad estipendiaria” y, desde el emperador Vespasiano (años 70 del s. I p.C.), pasó a tener el rango de municipio latino. Ello significaba que contaba con magistrados anuales (al menos con dos dunviros y dos ediles), además de los magistrados religiosos, tres pontífices y tres augures, ambos cargos con carácter vitalicio.  A su vez, con el estatuto latino, se abría el camino para que los miembros de las oligarquías locales, los que accedían a una magistratura (más sus mujeres e hijos), pasaban a ser ciudadanos romanos.
Que todos los que hayan visitado los restos habrán advertido hechos como los siguientes:
- Hay claros restos de una gran presa para abastecer de agua a la ciudad.
- Hay una escultura a la entrada, sin duda con carácter religioso de tradición vettona.
- Hay restos de un templo romano.
- Hay restos, mal visibles hoy, de casas de planta circular (como en los castros del Noroeste) y también de casas de planta rectangular.
- Hay un espacio, dentro de las murallas, que orienta a que fue un “foro pecuario”.
5. Hay hechos significativos que ayudan a entender las razones que llevaron a Roma a situar en Urunia la cabecera de una civitas.
- La explotación de minas en sus proximidades (Sierra de Francia…).
- La riqueza que proporcionaba el río Águeda, donde, sin duda, hubo molinos de agua, bien documentados a partir del s. XI.
- La distancia en relación con la otra cabecera de ciudad cercana, con Miróbriga.
- Las posibilidades de explotación agropecuaria de su entorno.
- La renta de situación: junto a una vía secundaria, pero clave para conectar con la gran vía, la llamada Vía de la Plata.
6. Habrá que esperar el resultado de las excavaciones (que no comienzan) para definir si Urunia comenzó a ser abandonada en la transición del s. II-III p. C.


Queremos destacar la gran afluencia de público este primer día, que llenó el salón de actos de la Mancomunidad Alto Águeda”. Esto demuestra que hay muchas personas, tanto de Fuenteguinaldo como de los pueblos vecinos, interesados en  el yacimiento de Irueña y de su puesta en valor.

miércoles, 10 de agosto de 2016

I Jornadas sobre Irueña

Esta tarde comienzan las primeras jornadas sobre Irueña. La Asociación Amigos del Castro de Irueña organiza esta actividad con el fin de concienciar a los ciudadanos y a las instituciones de la importancia de recuperar el Castro. La organización de las mismas supone también un reto para nosotros que somos novatos en estas lides. Esperemos que al final podamos sentirnos satisfechos de los resultados.